Las tierras en que se asienta la actual Puebla de los Infantes han sido ocupadas por el hombre desde tiempos muy remotos, como lo atestiguan los restos arqueológicos hallados. Por este estratégico emplazamiento han ido pasando diferentes culturas, siendo para algunos autores el lugar donde se encontraba la localidad celta de Celsita, que sería transformada en campamento militar por los romanos. Otros expertos opinan que aquí se hallaba la ciudad de Mulva. En cualquier caso, los visigodos llaman a la población Cañebolo, denominación que permanece durante el dominio musulmán, periodo con una población predominantemente bereber, en el que vive un periodo de decadencia. Se han encontrado importantes yacimientos prerromanos, en uno de ellos aparecieron en 1982 más de un centenar de piezas de oro y plata, y se encuentra expuesto en el Museo Arqueológico Nacional, y conocido como Tesoro de La Puebla de los Infantes.

Comienza a recobrar su esplendor a partir de la conquista castellana, realizada por Fernando III de Castilla en 1247. En 1253, Alfonso X el Sabio donó el donadío de Castril a Enrique Enríquez el Viejo, hijo del infante Enrique de Castilla el Senador y nieto del rey Fernando III el Santo, que abarcaba todo el valle que ocupa en la actualidad la presa de José Torán, que entonces se llamaba, valle de Valgruado.

En 1594, La Puebla de los Infantes formaba parte del reino de Sevilla en la Sierra de Constantina y contaba con 451 vecinos pecheros.1

En el siglo XVII, Luis Jiménez de Góngora y Castilla, recibió en 1654 el título de Vizconde de la Puebla de los Infantes (título creado por Felipe IV), elevado a Marquesado de Puebla de los Infantes a partir de 1716.

Monumentos

El Castillo de La Puebla de los Infantes se encuentra situado en la C/ Castillo, en la parte más alta de la localidad junto a la Ermita de Santiago y a pocos metros del Museo Etnográfico » Curro el Herrero».

Tradicionalmente considerado de época musulmana, según los datos del Repartimiento de Sevilla, sería en origen un castillo de tipología cristiana con cuatro torres construidas con esquinales de cantería y tapial.

Se conservan dos de las cuatro torres y algunos restos de la muralla, aunque las viviendas construidas entre los siglos XVIII y XIX aprovecharon sus muros para la construcción de las mismas, sirviendo de cantera para estas y otras viviendas de la población, ocupan parte de sus lienzos que en los últimos años van desapareciendo.

De fácil acceso y visita libre.

Se construyen en la primera mitad del siglo XIX, con actuaciones continuas hasta el presente. Fue utilizado como lavadero, abrevadero y para abastecimiento. Aquí se reunían las mujeres diariamente para lavar la ropa, en una manifestación cultural de gran importancia. El conjunto se encuentra realizado en ladrillo taco, tanto en las pilas, solerías y muros.

Las Pilas de La Puebla es referirnos a un ejemplar único de la provincia de Sevilla y a una construcción muy afortunada y original con una actividad incesante de gran resonancia para el pueblo. En su memoria aún quedan retratos de escenas y episodios que allí tenían lugar.

Es ésta una antigua edificación de tipo religioso que por sus características constructivas puede ser fechada de hacia las últimas décadas del siglo XV.

No obstante, su tipología original se encuentra semioculta debido a las transformaciones a las que fue sometida durante el siglo XVIII, y también por las modificaciones realizadas a finales de la década de los 70 del siglo XX. De construcción gótico-mudéjar, presenta en su estructura arcos transversales apuntados, típicos de la Sierra Norte.

De planta rectangular, sus muros están realizados a base de piedra irregular (mampuestos) y ladrillo revocado; y cuenta con una cubierta de madera, tanto en la nave como en la cabecera.

Presenta una portada ojival, realizada en ladrillo, en la fachada de los pies. Destacan las imágenes de San Pedro in cátedra del XVIII, y de este mismo siglo la imagen titular de la Ermita, Santa Ana enseñando a leer a la Virgen Niña, obra de (Francisco de Arellano).

La Ermita de Santiago data de la segunda mitad del Siglo XIV , de estilo mudéjar, con arcos transversales apuntados de gran belleza, se considera un punto de interés por ser la primera iglesia de la localidad. En un principio fue un templo de tres naves de los que quedan dos en la actualidad. Las últimas obras de restauración a la que fue sometida en la década de los años ochenta y noventa del pasado siglo no han sido muy acertadas.

A su paso por “calle mesones”, la guía turística nos dará una pinceladas sobre la historia de estas placas cerámicas.

Casa en plena calle peatonal de La Puebla de los Infantes, conocida como “calle mesones”.

Data del siglo XIX y es propiedad de la Familia Gómez.

Como dato curioso, el proyecto  de esta casa, fue realizado por Aníbal González, el que realizara la Plaza de España de la capital hispalense entre los años 1914 y 1929.

De finales del siglo XV y perfeccionada en el XVI y XVIII. Sus naves fueron cubiertas de bóvedas vaídas y la capilla mayor de una semiesférica. Posee una esbelta torre de cantería de estilo Reyes Católicos, de aspecto castellano, aunque fue rematada tras el terremoto de Lisboa de 1755 por un airoso chapitel de azulejos sevillanos (blancos y azules) y por pináculos de cerámica. En un principio estaría rematada esta torre por un tejado a cuatro aguas.

Destacan esculturas tanto del Siglo XVI, XVII y XVIII. Entre ellas destacan la imagen de María Santísima de las Huertas, imagen renacentista atribuida a la escuela de Pedro Millán y datada hacia 1530; un Crucificado obra de la escuela de Roque Balduque, del XVI; imagen de la Virgen del Rosario de 1592 y cuyo autor fue «Juan de Mesa «el Mozo», vecino de Ecija».

El templo está formado por tres naves, de cinco tramos, y una capilla mayor. También existe otra capilla adosada a la cabecera, en la que como en la torre persisten restos de su estructura medieval.

En dicha cabecera se abre una ventana del siglo XVIII, con reja de forja. En cuanto a las portadas laterales, éstas presentan vanos de medio punto con frontón triangular.

El Museo Etnográfico de La Puebla de los Infantes se localiza en la C/ Castillo con C/ Zahareta, a pocos metros de la Ermita de Santiago y poco antes de llegar al Castillo.

Las colecciones etnográficas deben ser capaces de transmitir a los visitantes la experiencia histórica y los elementos definidores de las culturas que representan esos contenidos. El museo debe ser un lugar de reflexión crítica sobre la sociedad que nos precedió, pero también lugar de aprendizaje y de disfrute, un referente de una entidad real de nuestra localidad.

Construido por la Escuela Taller «El Castillo», e inaugurado el Día de Andalucía de 2008. Recibe su nombre del hijo predilecto de la localidad, Francisco Atalaya Romero, «Curro el Herrero».

En su interior alberga una importante colección de objetos cotidianos y decorativos de los S. XIX y XX, donados por vecinos y vecinas de La Puebla de los Infantes, así como una recreación de una casa tradicional de la localidad.

La Ermita de Nuestra Señora de las Huertas, situada en un atractivo paraje serrano a 5 kilómetros de la localidad, es el punto de peregrinaje el primer domingo de junio de cada año, donde se celebra la romería a Nuestra Señora de las Huertas, patrona de la localidad.  

   El domingo comienza la Santa Misa en la Iglesia parroquial, partiendo desde la iglesia hasta la ermita situada a unos cinco kilómetros.                                                                                            

El traslado del simpecado desde la iglesia parroquial se realiza con todos los peregrinos, habitantes y visitantes, que confeccionan para la ocasión las carretas romeras y charrés típicos de este acontecimiento. El recorrido desde la iglesia hasta la ermita es de unos cinco kilómetros y medio y se tarda poco más de una hora en efectuarse a pie. En los alrededores de la ermita se hace una comida romera, baile, cante.

Fuente emblemática de La Puebla de los Infantes, cuyo topónimo, que también hace referencia al manantial del que procede su agua, llegó a dar nombre durante el siglo XIX a la actual Plaza de la Constitución o del Ayuntamiento. Se encuentra en su extremo sur, frente al edificio de la Casa Consistorial.
Su agua procede del manantial del mismo nombre situado en la actual calle Tambor y tuvo desde antaño función de abastecimiento público y de abrevadero para el ganado en el lugar que hoy ocupa, pero con otra conformación. En las últimas décadas, en su frontón, junto a los tres caños considerados como no potables se ha compatibilizado la instalación de un grifo de agua potable del abastecimiento público.
Aparece con dos pilares que sostienen sendas macetas que enmarcan un frontón de estilo neoclásico. Recientemente se le ha instalado una baranda de hierro de protección y apoyo para bajar los tres antiguos escalones que accedían a su pilón.

Rutas Naturaleza

Recorrido en torno a 15 km. Saliendo de la zona de estacionamiento en la zona conocida como el cañuelo.

Salida desde la Puebla de los Infantes, bajamos por calle Cruz, hasta llegar al camino de Angorrilla, seguimos por este camino durante 3 km, hasta llegar a la carretera SE7105, giramos a la izquierda, unos 200 m, (camino a la izquierda)giramos , atravesamos la dehesa, dejando a nuestra derecha el cortijo de El Collado con la Ermita de los Remedios y la fuente de la Virgen. Continuamos bajando por el barranco del infierno hasta llegar al Rio retortillo,(llegamos a lugar donde se une el arroyo del infierno y el rio retortillo) a la derecha bajamos unos 500 m hasta llegar a las ruinas del Molino de la Aurorilla, volvemos sobre nuestros pasos rio arriba hasta llegar a molino de Sofio, 1.5 km., mejor conservado, donde se puede apreciar las canalizaciones y edificaciones que componían toda la instalación. Finalizada la visita ascendemos por una empinada cuesta, 700 m., hasta alcanzar la cima, continuando durante 4 km. Para llegar nuevamente a La Puebla de los Infantes